12.1.15

¿Por qué me enamoro de gente cuyos nombres tienen más de siete letras?


Me acaba de surgir una pregunta
basada en un hecho concreto
y es que siempre que he perdido la cabeza
(por amor)
esta casualidad maravillosa que es la vida,
ha querido que sus nombres
tuvieran más de siete letras.

Y el siete es un número mágico
(esto no es noticia)
Y siete fueron las veces que amé
y siete las que me rompieron el corazón.


7.1.15

Odiar es como amar, pero al contrario.


Una mañana más (una de tantas)
mi corazón encogido en un puño, liberándote.
Amor tiene cuatro letras
igual que Juan, Roma y Frío
pero el Odio es contradicción.
y yo me niego a dejarme caer en el vacío.

Casi como vivir en un término medio.
Siento que mi cuerpo grita las emociones que mi consciencia es incapaz de aceptar
y aunque se que jamás te enseñaré cuales son mis verdaderos colores,
me duele al andar y me machaca al caminar.

Algunas veces me cambio el pelo
porque es más rápido que cambiar de personalidad.
Odiar quien eres es jodido, 
sobretodo por las mañanas cuando todo empieza de nuevo,
sobretodo por las noches cuando todo se terminó.
Y si pido algún deseo, sería cambiar de espejo
para no verme tan triste, tan igual de fea.

Siento escalofríos debajo de la piel y las lágrimas ruedan por mis mejillas
intento bebérmelas, pero se me hacen mares
y el amor empieza en los bares pero termina en las calles.

No me des aún por muerta porque mi piel sigue caliente
aunque la veas de un color gris mortecino 
y yo me empeñe en usar el dolor como un puente
Fumo, desgarrando mi garganta a cada calada.
Sólo por saber qué se siente.

Tengo frío, abrázame
y déjame sola, que no me soporto.

Lo siento.
(No, no es cierto).

3.1.15

Mr. Gone


I can not recall the smell of your skin
I can not recall the sound of your voice, whispering my name
I can not recall your touch on my face
I can't even recall you

Bye, bye.
And Happy New Year to you, Mr. Gone.


1.1.15

Feliz Año Nuevo


Siento que se me escapan los momentos
queriendo atesorarlos, intentando que perduren.
Pero nada es para siempre y ya es hora de que lo vea.
Y aunque mi teléfono móvil esté lleno de pequeños trozos de experiencias que no he vivido,
de situaciones que se me han filtrado entre los dedos
por intentar guardar aquello que se suponía, debía sentir.

Pero no, amigo, no. Preferí perdérmelo todo, pero contártelo a ti antes. 

Hoy la emoción del momento se mide con likes, y en función de ellos
así será de perpetuo tu 'momento congelado'.
Me entristece pensar que todos somos parte de esto, 
que vivimos en la "era de la comunicación" absolutamente incomunicados. 
En lugar de compartir, nos aislamos. 
En lugar de sentir, nos retratamos esperando la aprobación de otros 
a los que no les importa un carajo lo que tengamos que decir.
Y el tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, 
y yo ya he perdido el hilo de lo que te quería contar.

Pero sigo sintiéndome vacía.

Y es una pena, porque no tengo una foto para acompañar el hashtag con el que atesoraría este momento en Instagram
Si no hay prueba gráfica, entonces no existe. 
Así que siguiendo esta regla, yo ya no estoy más triste.
Y gracias al resumen de mi año de Facebook, supongo que he sido feliz.

Feliz año nuevo para ti.