Ella lloró lágrimas
de acero.
Verle era como dar una zancada adelante
y mil pasos hacia atrás.
No había borrado esas grabaciones
que hoy la acechaban.
Que hoy la hacían llorar.
Jamás creyó que eso seguiría vivo
que el sentimiento prevalecería en el tiempo
pero cuando ya se creía entera, fuerte
el destino se encargaba de hacerla caer
una vez más.
Y las canciones en su cabeza
no acallan el dolor de su corazón
y continuar se hace difícil
sin él a su lado
sin su voz susurrándole
esa música preciosa que
la ayuda a descansar.
Quiero volver a descansar.
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