Anoche salí, después de un encierro voluntario de tres días
Café con leche y música de New Orleans
en el bar más porteño de Lavapies.
Tu camisa de cuadros escoceses era más grunge
que clásica
Tus ojos azules y el pelo rubio revuelto
Mientras tu vaso de cerveza se vaciaba rápido, igual que
bajabas la mirada cada vez que me veías
¿Qué hacía yo allí?
Quería bailar toda la noche
mis demonios salen de mi cuerpo marchito
para resucitar horas después
para quemar el mal que llevo dentro
que hace que me pudra hacia fuera
Quería bailar toda la noche
pero no me dejaste
metiste tu polla en mi cerebro
me penetraste sin piedad
bajo la atenta mirada de mil quinientos discos de vinilo
y un ukelele
Queria bailar toda la noche
y dormí a tu lado
para perder un avión ficticio
que no me llevaría a ningún parte
Ahora lo podrido está otra vez fuera
gracias
Lo que sea que he echado, está bien echado.